CON ACTIVIDADES CULTURALES Y RECONOCIMIENTO A ORGANIZACIONES ALIADAS

“No soy muy amante de estas ostentaciones, pero hay momentos de momentos en la  de la vida que toca mostrar lo que uno hace, no tanto por lo que se hace sino por el beneplácito de quienes lo reciben”. Así lo manifestó Romelia Reyes, directora de la Fundación Amor y Alegría que trabaja con niños, jóvenes y adultos con discapacidad cognitiva de los estratos 1 y 2 de Barrancabermeja, durante el evento de clausura de las actividades académicas del año 2013 y el reconocimiento a empresas, organizaciones y entidades que han respaldado labor.

Clausura año académico, Fundación Amor y Alegría

El Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM), ha sido uno de los aliados de la Fundación Amor y Alegría con 20 años de trayectoria en el municipio de Barrancabermeja. Actualmente avanza  la construcción de un comedor estudiantil con recursos asignados por la Embajada del Japón y gestionados a través del PDPMM. “La corporación nos ayudó con un recurso para construir el comedor, pero hacía falta terminar el techo y ellos también nos ayudaron a través de un convenio con Ecopetrol para terminar la obra y beneficiar a los niños de la fundación en estos momentos prácticamente tenemos un comedor cubierto y en buenas condiciones”. Manifestó Ignacio Cruz, voluntario de la Fundación Amor y Alegría.

El PDPMM apoya obras como estas con recursos propios y en otros casos con dineros gestionados ante organismos internacionales, teniendo en cuenta que el municipio no tiene una demanda de centros educativos para la población con discapacidad  cognitiva. “Es importante respaldar procesos como los de la fundación porque estamos hablando de personas de los estratos 1 y 2 y de la educación, que es el pilar fundamental del Programa de Desarrollo y Paz” puntualizó Nelson Quiroga, Coordinador de la Subregión Barranca del PDPMM

Adicionalmente, la Corporación Desarrollo y Paz del Magdalena Medio mediante un convenio con Ecopetrol facilitó recursos para la construcción de la Planta de Tratamiento de Agua Potable y para la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales que beneficia a 450 personas, obras que al igual que el comedor estudiantil se han ejecutado en la finca de la Fundación Amor y Alegría ubicada sobre el kilómetro 7  vía Barranca- Bucaramanga, donde se llevan a cabo proyectos productivos y huertas caceras.

Para el próximo año la fundación le apuesta a un proyecto con la Asociación del Magdalena Medio para la Discapacidad (AMDIS),  para que en la finca se construya un sendero ecológico donde los integrantes de la fundación puedan convertirse en guías turísticos y lograr un mayor contacto con toda la comunidad.

Por otra parte ya se encuentra listo el diseño de lo que se espera en un futuro sea la planta educativa de la Fundación Amor y Alegría al servicio de los niños, jóvenes y adultos que les permita tener un espacio para las actividades recreativas, educativas y pedagógicas. Sueño que puede hacerse posible con el respaldo y el compromiso de todos los aliados. 

 

Araminta Suarez recibió la mejor noticia de su vida, tener casa propia

No recuerda el día, pero sí que se trataba del mes de diciembre justo en pleno preparativo para las fiestas de navidad, cuando decide abandonar la finca en la que vivía junto con sus cuatro hijos y su esposo ubicada en la vereda Palenquillo en el municipio de Aguachica Cesar, ese día despertó y pensó que era el momento, que no había otra alternativa, que el encontrarse con su hermano en la vereda Santo Domingo en el Municipio de Arenal (Bolívar) sería la solución a tanta incertidumbre originada por la presencia de grupos armados que con más frecuencia rodeaban su finca.

Pensando entonces en la posibilidad de mejorar las condiciones de vida y en parte huyéndole al conflicto armado, Araminta y su familia resuelven salir en  horas de la noche,  ese día en sacos de fique guardaron lo poco que pudieron sacar de la finca,  sobretodo ropa y algo de alimento para las horas de camino, “tomamos la trocha desde las 2:00 pm, llegamos a Arenal y el recorrido inició en mula desde la cabecera municipal hasta la vereda, fueron casi siete horas por eso llegamos cansados y hasta arrepentidos por las dificultades en el viaje, pero ya no había nada que hacer la decisión estaba tomada y teníamos que acostumbrarnos”, asegura Araminta Suárez, madre de cuatro hijos y abuela de dos nietos.

Después de un largo recorrido por trocha donde solo se es posible llegar a un destino como se dice popularmente a lomo de mula, Araminta comienza una nueva vida en la Vereda Santo Domingo, un lugar ubicado a 43 Kilómetros de la cabecera Municipal, fundado hace aproximadamente 25 años por Jesús Pallares y Marcial Pacheco, en la actualidad se encuentra habitado por 40 familias, dedicadas a la agricultura a través de la siembra de cacao, yuca, fríjol, plátano, maíz y caña, y otro porcentaje a las labores propias de la minería artesanal.

Son pocas las personas que a raíz del conflicto encuentran refugio en otro lugar, está familia por ejemplo, acudió a la ayuda de un familiar en una zona lejana, con dificultad en las vias de acceso, carente de servicios básicos como energía, acueducto y gas, por eso Araminta señala que debieron comenzar de cero, durmiendo los primeros días en casa de su hermano sobre el piso de tierra hasta que su compañero sentimental lograra reunir con su trabajo en la agricultura algo de dinero y poder construir un improvisado lugar para vivir, “fue una decisión muy difícil porque mis hijos todos eran menores de edad, pero a uno le toca elegir primero la vida antes que la comodidad, el cambio fue difícil sobretodo porque estábamos muy apartados del casco urbano y solo pensaba si alguno de mis hijos se llegara a enfermar, cómo sería eso, si había que salir caminando o en mula por más de siete horas hasta encontrar un centro de salud”. Comenta Araminta cuando se refiere al proceso de adaptación que debieron afrontar  cuando fueron desplazados.

Diez años después el sacrificio parce darle una recompensa a esta familia, por medio del convenio firmado entre la Fundación Panamericana para el Desarrollo FUPAD, la Corporación Desarrollo y Paz del Magdalena Medio CDPMM, la Gobernación de Bolívar y las alcaldías municipales de Arenal, Morales y Río Viejo, denominado: “Retorno y Restablecimiento Socioeconómico a población desplazada, retornada y vulnerable de la zona alta de los Municipios de Morales, Arenal y Río Viejo, Sur de Bolívar, fue posible que Araminta Suarez, hoy tenga un hogar con mejores comodidades para poder vivir, por ejemplo: el techo de su casa ya no es de palma, el piso que era de tierra ahora es de cemento, como ella son 35 las familias que se benefician con este clase de proyectos, el aporte de los favorecidos se vio representado en material de rio y atención para los maestros encargados de materializa el sueño de todos.

 

Las Pavas, una historia que se hace canto

La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas llegó hasta la hacienda las pavas para notificar personalmente a cada una de las familias, luego de que el gobierno nacional aceptara su equivocación y los reconociera como víctimas del conflicto armado en Colombia. La gobernación de bolívar por su parte convocó a un Sub Comité de prevención y protección al que asistieron autoridades y organizaciones del orden nacional, regional y local.

♫ Llegó la hora de regresar a mi tierra donde

 pienso plasmar mis proyectos, de donde nos sacaron

a peso de guerra y nos humillaron en aquellos tiempos…

y así robando y matando a mi pueblo todo quedó desolado,

 pero nos fuimos uniendo para luchar organizados ♫

 

Con esta canción los líderes de la Asociación de Campesinos de Buenos Aires (ASOCAB) que reúne a 124 familias de la hacienda “Las Pavas” celebraron tres acontecimientos importantes: Premio Nacional de Paz, reconocimiento como víctimas del conflicto armado y tal vez el suceso más significativo fue el desmonte por orden de la Alcaldía de El Peñón, Bolívar, de un portón en madera construido por la empresa palmera sobre una vía publica que desde hace meses obstaculizaba el acceso a los predios de Las Pavas. Las comunidades por temor a recibir represarías debían tomar un camino diferente con un trayecto más largo y en peores condiciones.

Héctor José Torrecilla, alcalde del municipio de El Peñón Bolívar y el comandante de policía 

Dice Misael Payares,  líder de los campesinos, que la comunidad de la hacienda Las Pavas expresa su dolor cantando, por eso no fue extraño escuchar durante la visita de notificación como víctimas del conflicto armado y la realización del Sub comité a cargo de la Secretaría de Víctimas de Bolívar, la forma como cada episodio vivido por estos pobladores es transformado en canción.

♫ Bienvenidos, bienvenidos los hermanos hoy aquí

nos gozamos en decir bienvenidos, bienvenidos

al volvernos a reunir bienvenidos, hasta aquí Dios te ayudó

ni un momento te dejó y a nosotros te volvió bienvenido ♫

 Interpretando al unísono esta canción fue recibida la comisión que el pasado 14 de noviembre llegó por río hasta el corregimiento de Buenos Aires, perteneciente al municipio de El Peñón, Bolívar. Eran más de las 10 de la noche cuando por dificultades en la vía Barrancabermeja–Aguachica arribó varias horas después de lo planeado un grupo de 32 personas en representación de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, la gobernación de Bolívar a través de la Secretaría de Víctimas y Derechos Humanos, la Fiscalía, CTI, Equipos Cristianos de Acción de por la Paz, ACNUR, Unidad Nacional de Protección, ICBF, Defensoría del Pueblo, Ministerio del Interior y el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio.

Al día siguiente en horas de la mañana la comisión se desplazó hasta la Hacienda las Pavas en un recorrido a pie bajo las mismas condiciones en que diariamente deben hacerlo estás familias por caminos improvisados en medio de la espesa vegetación.

Luego de caminar por más de una hora, con lo primero que se encuentra la delegación es con el portón que impedía la libre movilización, el ingreso de vehículos, motocicletas, ganado y hasta vestías utilizadas también como medio de transporte por las familias, sin embargo ya con la presencia de las instituciones y con el derecho que los ampara por ser esta una vía publica los líderes de ASOCAB le solicitaron al alcalde municipal que fuera Él mismo el que diera la orden a la policía para despejar la vía “si queremos la paz en Colombia tenemos que devolverle la tierra a los campesinos, hay que retribuirle con hechos a todas las víctimas de la violencia, ustedes han venido a ver las dificultades que tenemos y el camino que nos toca tomar para evitar un disparo o recibir amenazas”.  Líder ASOCAB 

El siguiente hecho que se pudo constatar la comisión estando en la hacienda Las Pavas fueron los ataques que recibieron en días pasados los campesinos. Cenizas y madera quemada daban fe de los ranchos que les habían destruido.

♫ Tengo una historia muy triste que contar

en la tierra de las pavas no se puede cultivar porque

hay un enemigo que nos quiere destruir todos los cultivos

 que hemos podido sembrar, y el enemigo que ataca

que no duerme noche y día ahora quemaron

 la casa donde Nohorita dormía…♫

Para descifrar el panorama se escuchó la canción que cuenta la historia de uno de los ranchosque fue incendiado como medida de provocación y agresión al parecer por miembros de la seguridad privada contratada por la empresa palmera. En la casa de tabla y paja siempre eran hospedados los visitantes de organizaciones sociales  que llegan a ofrecer su respaldo a las comunidades de Las Pavas, la última que tuvo la oportunidad de permanecer ahí fue Nohorita, una integrante de Equipos Cristianos de Acción por la Paz, ECAP 

En el 2011, ante las oficinas de Acción Social hoy día, Departamento para la Prosperidad Social (DPS) se presenta Pedro Moreno integrante de ASOCAB y se retracta de la declaración que la comunidad de las pavas había presentado como víctimas de desplazamiento, lo que lleva al Estado a excluir del registro de víctimas de población desplazada y restringir el estado de inclusión de 124 familias que representa 463 personas, luego de revisar en detalle toda la discusión jurídica desde diferentes escenarios y puntos de vista sobre las decisiones judiciales y administrativas, la Unidad de Victimas concluye en la resolución N°17399f del 24 de octubre del 2013 amparada por la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras y por una sentencia de la Corte Constitucional incluir nuevamente en el registro de víctimas a las comunidades de Las Pavas, ley que determina en su artículo 1°: “Mantener la inclusión de las 124 familias en el Registro Único de Víctimas y levantar la restricción”

El temor de las comunidades es que la nueva ley se convierta como en otros casos es letra muerta, por lo que la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas reconoció públicamente ante la comunidad presente en la hacienda Las Pavas su error, y les ratificó que son considerados víctimas del conflicto “Para nosotros ustedes son víctimas y vamos a cumplir como dice la ley, la presunción de buena fe y es que estando acá uno confirma que son comunidades de bien, que han resistido pacíficamente. El Estado está aprendiendo apenas estamos gateando, en el Sub Comité se espera construir entre todos la implementación de los derechos de ustedes para que el reconcomiendo no se quedé solo en un papel”. Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.

Por el momento la resolución establece dos atenciones humanitarias que se realizaran en los próximos seis meses, la generación de condiciones de estabilización socioeconómica para un retorno integral y condiciones de seguridad jurídica sobre los predios, el resto de beneficios serán de común acurdo entre las comunidades, autoridades y organizaciones que han acompañado a los pobladores de Las Pavas.

 

El anuncio que deja sin fundamento las acusaciones y señalamientos de la fiscalía  que en el 2011 aseguró que el caso de la hacienda Las Pavas era un montaje presuntamente planeado y ejecutado por varias ONG en Colombia para desprestigiar al estado Colombiano, recibir millonarias sumas de dinero y ayudas humanitarias, fue oficializado por Paula Gaviria, directora de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, quien le confirmó a la Asociación de Campesinos de Buenos Aires (ASOCAB) en cabeza de su presidente Misael Payares la notificación de la resolución que incluye a esta comunidad en el Registro Único de Víctimas (RUV).

Después de casi dos años el Gobierno Nacional reconoce su error y les da la razón a las 124 familias de la hacienda Las Pavas representadas por ASOCAB que han demostrado ser un ejemplo de resistencia, sobrevivido a los desplazamientos, amenazas, incursiones armadas y falsas acusaciones.

“Esta reivindicación es importante porque el Estado está reconociendo a 464 víctimas, es decir a 124 familias, a las que hemos revictimizado, porque durante años hablamos de ellas como falsas víctimas, por lo que se levanta la restricción que había en el Registro” aseguró Paula Gaviria, directora de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.

La comunidad de la hacienda La Pavas  que no ha dejado de creer en la justicia y ha permanecido unida valiéndose de la verdad como única arma para defender su permanencia en el territorio, recibe hoy en la capital de la república el Premio Nacional de Paz.