EL emblemático caso de la hacienda la Pavas y la Orquesta Sinfónica del Magdalena Medio están nominados al Premio Nacional de Paz. Galardón entregado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, El Tiempo Casa Editorial, Caracol Radio, Caracol Televisión, ProAntioquia y la Friedrich Ebert Stiftung en Colombia, -Fescol.   

La Orquesta Sinfónica del Magdalena Medio dirigida por el Licenciado Arnulfo López inició hace 7 años gracias al apoyo del Programa de Desarrollo y Paz del Madalena Medio, actualmente la orquesta cuanta con 45 integrantes y 83 más en el proceso de semilleros con edades que van entre los 7 y 18 años.

Dentro de los logros se destaca en el 2011 la participación de uno de los integrantes de la orquesta en el Encuentro Internacional Sonidos de la Tierra en Alemania.

La continuidad de seis de los integrantes de la orquesta que al terminar la secundaria optaron por estudiar música, tres de ellos gozan de becas universitarias debido a su nivel académico.

En el mes de septiembre de 2013 la Participación en el Encuentro Internacional Escuelas de Música en Burgos España, pero lo más importante para la Orquesta Sinfónica es que a través de la música los niños, jóvenes y adultos son apartados del conflicto, de malos hábitos como el licor y las drogas, y sumergidos en notas musicales entonadas con el alma.

La hacienda la Pavas representada por la Asociación de Campesinos de Buenos Aires (ASOCAB), agrupa a 120 familias en tres predios (Pavas, Peñaloza y Si Dios Quiere) ubicados en el corregimiento Buenos Aires en el municipio de El Peñón, Bolívar. Su historia comienza desde el año 1994 cuando se posesionan en unos terrenos abandonados que años más tarde resultaron pertenecer a los paramilitares, grupo insurgente que los obligó a desplazarse en varias oportunidades sembrando terror en los pobladores, desde esa época el nombre “Las Pavas” empieza a resonar a nivel nacional e internacional a raíz de su decisión de defender su posesión y su territorio, una lucha que ha estado rodeada de sacrificios, agresiones y amenazas en contra de la Asociación de Campesinos de Buenos Aires (ASOCAB).

La defensa del territorio en el caso Las Pavas, ha contado con el respaldo y acompañamiento del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio,  el proceso ha sido presentado ante diversas instancias judiciales y administrativas, ejerciendo permanentemente la defensa de sus derechos por las vías legales.

 

Barranquilla recibió a la Patrona y Reina de Colombia 

En la Plaza de la Paz, en pleno centro de la ciudad el recibimiento a la Virgen de Chiquinquirá por parte de los barranquilleros fue multitudinario, bombas de colores, banderas, pancartas, camisetas blancas y velas encendidas adornaron el lugar en el que se cantó por la esperanza y la reconciliación. Monseñor Leonardo Gómez Serna en su discurso recordó la oración por la Paz de San Francisco de Asís.

“Señor, hazme un instrumento de tu paz: donde haya odio, ponga yo amor, donde haya ofensa, ponga yo perdón, donde haya discordia, ponga yo armonía, donde hay error, ponga yo verdad, donde haya duda, ponga yo la fe, al mismo tiempo que se hicieron plegarias por la reconciliación”.

En contexto

La peregrinación por la Paz y la reconciliación con la virgen de Chiquinquirá patrona y reina de Colombia, fue una travesía en el marco de la Semana por la Paz liderada por la Iglesia Católica a través de Monseñor Leonardo Gómez Serna con el apoyo de la Red Nacional de Programas Regionales de Desarrollo y Paz, Redprodepaz.

Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá es una de las advocaciones con que se venera a la Virgen María en el catolicismo. Es la patrona y reina de Colombia (el 9 de julio de 1919 el presidente Marco Fidel Suárez coronó a la Virgen de Chiquinquirá como Reina de Colombia en una ceremonia realizada en la Plaza de Bolívar de Bogotá) la imagen original descansa en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, a donde acuden miles de peregrinos.

El recorrido

Lo cierto es que la réplica del lienzo original que hace parte de esta historia que se remonta al siglo XVI cuando los frailes y dominicos realizaban expediciones de evangelización en el centro del país, navegó por el río magdalena recorriendo cerca de 38 municipios de 8 departamentos en una peregrinación para para pedir por la paz y la reconciliación que inició el 13 de septiembre desde la Dorada Caldas y finalizó el 19 de octubre en Barranquilla.

Algunos municipios del Magdalena Medio

El primer municipio del Magdalena Medio que recibió la peregrinación fue Puerto Berrio Antioquia, fieles católicos demostraron su fervor a la patrona y reina de Colombia.

Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, Puerto Berrio Antioquia

Luego de llegar al Municipio de Puerto Berrio, la peregrinación a bordo de la embarcación “Isla Salamanca” arribó al muelle de Barrancabermeja, Puerto Petrolero de Colombia.

La Urna de la reconciliación:este fue el nombre que se le dio a la urna que acompañó el lienzo durante todo el recorrido como un aporte a la reconciliación, para que voluntariamente jóvenes, niños y adultos depositaran allí cartas, mensajes y propuestas que contribuyan a la mediación del conflicto. 

El Sur de Bolívar, un territorio marcado por la violencia y el olvido institucional demostró como se dice popularmente que los buenos son más y para este caso, son más los que le apuesta al camino de la paz y los que consideran que con acciones  significativas como la peregrinación por el río Magdalena se avanza en esa dirección. Las comunidades recibieron la peregrinación con música, actos culturales y conversatorios,  pero sobre todo con una sonrisa en cada rostro.

La importancia de que la peregrinación se haya realizado por el río Magdalena, tiene que ver con su purificación explicó Monseñor Leonardo Gómez Serna, debido a que ha sido mancillado a causa de la violencia, pues han sido muchas las víctimas arrojadas a lo largo del conflicto.

Durante más de un mes la peregrinación por la Paz y la reconciliación con la Virgen de Chiquinquirá, navegó por el río magdalena en una embarcación acondicionada interior y exteriormente para trasportar en la parte superior el lienzo con un peso de más de 200 kilo, la comisión liderada por Monseñor Leonardo Gómez Serna de la que hicieron parte una misionera laica, dos frailes dominicos, la tripulación a bordo que por cierto no tuvo una tarea fácil debido a la sedimentación del río que en varias ocasiones detuvo la marcha y un grupo de periodistas que se sumergieron en la travesía de recorrer el magdalena  para contar la historia de cómo una réplica del lienzo de la Virgen de Chiquinquirá patrona y reina de Colombia congregó a cientos de personas unidas por la fe y la esperanza de construir la Paz.  

Esta irónica situación la denuncian 24 familias de la vereda “La fragua - San Cayetano” ubicada en el municipio de San Alberto Cesar, que a su vez limita con el departamento de Norte de Santander; los afectados manifiestan que después de 27 años de ocupar unos predios adjudicados por el antiguo Instituto Colombiano de la Reforma Agraria “INCORA”, están en riesgo de quedarse sin casa, sin cultivos y sin empleo, debido a que a través de la ley 1448 de 2011 (Ley de Víctimas y Restitución de Tierras) los primeros propietarios de los terrenos le están exigiendo al estado que les restituya 700 hectáreas de tierra aduciendo que fueron obligados a vender hace 21 años por presión de grupos armados ilegales.

Las hectáreas adjudicadas por el antiguo “INCORA” a las 24 familias en la actualidad son utilizadas en actividades productivas como la siembra de yuca, plátano, papaya, arroz, maíz, guanábana y guayaba, otro tanto destinado a la cría de especies menores (cerdo, chivos y gallinas) la cría de alevinos, el pasto de corte, la ganadería y la producción de leche y carne también son el fuerte para esta comunidad que abastece a 11 municipios y tres departamentos (Norte de Santander, Santander y Cesar) y además se han convertido en generadores de empleo pues se estima que cada familia tiene en promedio unos 10 trabajadores permanentes encargados de realizar labores del campo.

De acuerdo al relato de la comunidad fue en 1986 cuando un grupo de familias motivadas por la falta de vivienda decidieron ocupar pacíficamente unos terrenos que se encontraban abandonados, pasado el tiempo construyeron allí su proyecto de vida y le fueron dando uso a la tierra. Años más tarde exactamente el 27 de marzo de 1992 el representante legal de la Sociedad Agrícola y Ganadera LA FRAGUA LTDA, señor Gabriel Lían Lloreda, propietario del predio que habían ocupado los pobladores, decidió vender la tierra al antiguo Instituto Colombiano de la Reforma Agraria “INCORA” por 308´659.000 mil pesos tal y como se evidencia en el contrato de compra N° 490 del 27 de marzo de 1992.

Luego de que el INCORA le compra las hectáreas de tierra a Gabriel Lían Lloreda, el 30 de noviembre de 1992, ese despacho dividió las 700 hectáreas de tierra en el total de familias que a la fecha ocupaban el terreno, adjudicándole a cada núcleo familiar cerca de 18 hectáreas establecidas como unidades agrícolas familiares, lo que llevó posteriormente a constituirlas en las pocas islas de economía campesina que existen en este territorio colmado de palma africana y ganadería extensiva.  

El 19 de diciembre del 2008 la familia LIAN BARRERA (antiguos propietarios y oferentes de los predios referidos al INCORA) mediante un apoderado presentó ante el Tribunal Administrativo del Cesar con sede en Valledupar, una Acción Contractual contra el INCODER por lesión enorme con la pretensión que se decretara la RESCISION es decir (la acción de nulidad de los contratos o negocios jurídicos) del contrato de compraventa y se condenara al INSTITUTO COLOMBIANO DE REFORMA AGRARIA, INCORA en la actualidad INSTITUTO COLOMBIANO DE DESARROLLO RURAL, INCODER a pagar la diferencia entre el pago inicial pactado en la Escritura Pública No. 490 del 27 de marzo de 1992 protocolizada en la Notaría Única del Círculo Notarial de Piedecuesta y la que sirve de acervo probatorio acreditado en el proceso.

La anterior acción contenciosa,  desconocida en ese momento por los parceleros de La Fragua y San Cayetano, surtió en primera instancia los efectos deseados por los LIAN BARRERA,  pues el quince de diciembre de 2011, mediante providencia del magistrado ponente DEXTER EMILIO CUELLO VILLAREAL el tribunal condenó al Instituto Colombiano de Desarrollo Rural INCODER, a pagarle a los demandantes la suma de OCHO MIL SETENCIENTOS VEINTIOCHO MILLONES NOVECIENTOS TRECE MIL VEINTICUATRO PESOS (8.728.913.024,07), por concepto de la diferencia entre el pago inicial y el valor real de los predios. Decisión que fue apelada por el INCODER.

Sin embargo a pesar de este resultado favorable en octubre de 2012 los campesinos afiliados a ASOPRODAGRO fueron notificados por la Unidad De Restitución de Tierras con sede en el municipio de Barrancabermeja sobre un proceso en su contra, iniciado por la familia LIAN BARRERA, la cual pretende mediante las acciones previstas en la Ley 1448 de 2011 obtener la restitución de los predios “San Cayetano y La Fragua”.

Situación que debe encender las alarmas no solo de los parceleros, sino del Estado mismo y la ciudadanía en general, pues en caso de darse de manera concomitante la ratificación del acto impugnado por el INCODER ante el Tribunal Administrativo del Cesar y una eventual orden de restitución de tierras a favor de los LIAN BARRERA, se estaría contraviniendo lo expuesto por las altas Cortes en varias sentencias entre ellas la sentencia C-197-1993 de la Corte Constitucional la cual reza que “El resarcimiento del perjuicio, debe guardar correspondencia directa con la magnitud del daño causado, mas no puede superar ese límite; y es obvio, que si el Estado ha reparado, en parte, ese perjuicio, no puede ser condenado de nuevo a reparar la porción ya satisfecha”.

 

Líderes de los municipios de Regidor, Arenal, Morales (de la Zona de Reserva Campesina) Simití (del Comité Cívico) San Pablo, y Cantagallo, participaron durante el 23 y 24 de junio de la Asamblea de Pobladores del Sur de Bolívar; proceso de concertación en el que se analizaron diversos temas como: los actuales diálogos de Paz, logros y dificultades en el marco de las políticas públicas, la tercerización de la educación en el territorio, la formación a líderes para el acompañamiento a las víctimas y la contextualización regional.

Para las comunidades participantes los temas abordados en la Asamblea resultaron de interés general, tanto en el orden nacional y local, porque pudieron poner nuevamente sobre la mesa las dificultades en la educación que está afectado a la población, la falta de respaldo y capacitación para abordar la intervención a las víctimas y por otro sentido lo que ellos consideran el respaldo constante por parte de organismos internacionales y la ausencia del estado.

Las Asambleas de Pobladores, son iniciativas del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio,  como alternativas que propician al diálogo con las comunidades, finalizado el encuentro se procede a construir un documento que servirá de insumo para que los líderes de cada municipio socialicen dentro de sus territorio  los temas desarrollados, además se convierte en una guía práctica para determinar la ruta que se debe seguir con acciones dirigidas sobre los temas de mayor énfasis de acuerdo a las propuestas de la misma población y en ese sentido poder darle respuesta a las inquietudes y requerimientos de las comunidades.